El teléfono comenzó a sonar, interrumpiendo el romance entre Paul y Jazmin.
-No atiendas amor, quedate conmigo.-Propuso ella.
-No, puede ser de la empresa.-Contestó preocupado el castaño, y se puso el teléfono a la oreja mientras ella se quejaba.-Hola?
-Hola, señor? Paul?-Se oyó del otro lado de la línea.
-Si, que sucede Gaspard?-Preguntó él, reconociendo la voz de quién hablaba.
-Bueno... es que... Samantha se encerró en su habitación porque no quiere ir al campo!
-Pero como que no quiere ir?-Preguntó sorprendido el mayor de los McCartney.-Pasame con Dagna.
-No puedo.-Contestó he hizo una pausa, pensando como diría lo siguiente, pero optó por hacerlo todo de una vez.-No puedo porque está colgada de la ventana de Samantha y no puede bajarse.
-Que?!
-Si, esta mujer en cualquier momento se va a pegar el golpe de su vida!-Dijo el cocinero.-Pero quédese tranquilo, voy a llamar a los bomberos!
No dio oportunidad a Paul de decir algo o aunque sea de reaccionar, puesto a que ni bien acabó de decir esto, cortó la llamada.
-Los bomberos... ¡en mi casa!-Fue lo único que atinó a decir Paul aún con el teléfono en la mano.
Mientras tanto en los barrios bajos de Londres...
-Ni una nos puede salir bien.-Se lamentaban los muchachos.
-No encuentro a Caitlin.-Dijo Ron entrando en la habitación.
-Debe haberse ido, si sabe que es la culpable de esto.-Dijo un joven sentado en la escalera.
-Qué culpable? Alguien debía ponerle límites a Amelie.-Saltó otro.
-Pero justo hoy tenía que irse? No podía haber esperado a que pasase la presentación?-Se lamentó la joven de cabello oscuro.
En ese instante Caitlin entró al lugar, con cara de pocos amigos.
-Busqué a Amelie y le grité que si ella volvía, yo me iba para siempre, pero no quiso saber nada. Así que vengo a pedirles perdón.-Dijo rompiendo el silencio.-Bueno, me voy a ir porque no quiero seguir arruinándolo.
-Tranquila.-La consoló su primo.
-Hola chicos, todo bien?-Preguntó el representante entrado al lugar.
Mientras tanto en París, Francia...
-No puedo entender por que hace estas cosas.-Se lamentaba Paul.
-Es una adolescente, solo quiere lograr que Dagna se enoje.-Jazmín intentaba buscar alguna explicación.
-No, quizás el responsable sea yo.-Contestó Paul, martillándose la cabeza sin piedad.-No sé como tratarla a ella, ni al resto de mis hermanos.
-Mi amor, no te hagas esto, es injusto.-Contestó ella.-Además, nosotros tenemos otras cosas en las que pensar, como la función, si? No quiero llegar tarde.
-Perdon Jazmín, pero yo no iré.
-Que?
-Lo que escuchaste, yo no voy.-Dijo negando con la cabeza.-Mi casa es un desastre, los bomberos, la institutriz colgada de una ventana. Voy a llamar al piloto para que prepare el avión, ya mismo vuelvo a Londres. Si no querés volver conmigo no tengo ningún problema.
-No! Mi amor.-Dijo ella sacándole el teléfono de las manos.-Es una chica, es adolescente, se encerró en su cuarto porque es rebelde, cual es el problema? No es justo, yo tengo todo para ir a esa fiesta, va a ir todo el mundo y es la primer gala europea del año, no es justo lo que haces.
-Pero no entendés que mi casa es un desorden y mis hermanos me necesitan?-Preguntó él.
-Y yo? Yo también te necesito Paul.-Dijo ella.-Tengo las entradas, tengo mi vestido...
-Y a vos te importa más dos entradas para ir al teatro que lo que estoy diciéndote? Mis padres murieron, yo soy el mayor, si no me hago cargo quién lo hará?-Dijo Paul algo enojado.
-Tienes razón.-Dijo ella luego de varios segundos de silencio.-Perdón..
-Está bien.-Contestó Paul.
-No, enserio, perdón.-Volvió a decir Jazmín.-Voy a volver con vos a Londres.
A continuación se abrazaron pero ella rodó los ojos, seguía convencida de que eso era cosas de un adolescente normal y podía solucionarse sin tener que volver a Inglaterra.
Mientras tanto en los barrios bajos de Londres...
-Alguien puede explicarme que pasa aquí?-Preguntó el representante entrando al lugar.
-Yo le explico.-Dijo Caitlin.
-No, tu no!-Contestaron los demás.
-Si, dejame.-Dijo y comenzó a hablar.-Resulta que yo no soportaba a Amelie, entonces la agarré de los pelos, entendés?
-No, no entiendo. Cuál es el problema con Amelie?-Dijo impaciente el hombre.
-Amelie... abandonó la banda.-Dijo Ron de una vez.
-Qué? No! Como que abandonó la banda?-Contestó el hombre.-Y ahora que hago tengo que...
-No, no.-Interrumpió Ron.
-Tengo que llamar al empresario y cancelar todo.-Siguió diciendo.
-No, ya está todo solucionado.-Contestó el joven.-Tenemos a la nueva reemplazante.
-Me estas hablando enserio?-Dijo él.
-Si, la nueva cantante es Cait.-Contestó Ron y ambos voltearon.
-Si, Cait.-Dijo ella.-Espera... yo?
-No pueden reemplazar a Amelie de una hora para otra!-Se quejó el hombre exhausto.
-Por qué no? Basta de Amelie, borrón y cuenta nueva, la única que sabe las canciones es Cait.-Contestó Ron.
-Si, además canta mejor y es más simpática!-Agregó la joven de cabello oscuro.
-Pero no me importa como cante, no se trata de eso, se trata de profesionalismo.-Siguió el hombre preocupado.-Esto no es profesional. Qué le digo al empresario? ''Mire tuvimos que cambiar a la cantante...''
-Pero por lo menos estamos en el mismo rubro.-Dijo Caitlin.
-Evitá los chistes baratos.-Dijo él.-Voy a llamar al empresario y cancelar todo... todo!
Dicho esto, tomó el teléfono y comenzó a marcar.
-Ya saben que hacer chicos.-Dijo un joven y tomó la guitarra.
Comenzaron a interpretar una canción que ellos mismos habían escrito ''Peter's Army'' era su nombre, una larga historia. A continuación comprendieron cual era la intención y comenzaron a cantar.
-Bueno, está bien, haces el reemplazo.-Declaró el hombre colgando el teléfono, era evidente que le había gustado, pero nunca lo diría de esa manera.
Los muchachos festejaron y Caitlin salió del lugar en un bicicleta. Se dirigió a unas pocas calles de allí, a la peluquería de su tía.
-Amy tengo que contarte algo!-Entró al lugar.-Vení!
-Qué pasa querida?-Dijo ella mientras le ponía extrañas cosas en el cabello a una mujer.
-Vení afuera!
-Estoy con un cliente.-Contestó la mujer, pero cambió de opinión muy rápido.-Está bien.
Salieron a la calle tal y como estaban, Amy, su tía, llevaba uno de esos extraños sombreros de peluquería.
-Tengo que contarte algo!-Dijo emocionada Caitlin.
-Esa parte ya se!-Contestó ella aún más emocionada.-Y usted que mira? Es la última moda en Francia!-Dijo a un hombre que pasaba por allí y observó su sombrero.-Viste como me miraba?
-Si.
-Bueno, y de que se trata?-Preguntó la mujer.
-Necesito que mi ayudes a hacer un vestuario para la banda.-Contestó otorgándole un toque de suspenso a la situación.
-Pero, pará. Hay algo que no entiendo, por qué tengo que ponerme a coser YO si vos sos la que hace esas cosas?-Dijo la mujer.
-Era...-Contestó Caitlin con una sonrisa.-Ahora soy la cantante!
-La cantan...?
-Si.
-La cantan...
-Si!
-La can...
-Si tía, la cantante!
-Ay, no lo puedo creer!-Dijo emocionada.-Mi Cait, la más linda, la más bonita, va a ser famosa!
-Si tía!!
-Me encanta Cait.-Dijo y comenzó a saltar.
Mientras tanto en la residencia McCartney...
Todos observaban algo impasientes como los bomberos ayudaban a Dagna a bajar de las escaleras, que observándolas detenidamente, no eran tan altas.
-Tomá un poco de agua.-Dijo Sandy alcanzándole un vaso cuando ya estaba por fin con los pies en la tierra.
-Gracias.-Dijo y tomó un sorbo.-Samantha! Por qué querer matar de un ataque al corazón a Dagna, eh?
-Ayudame a levantarla.-Dijo Sandy a su hermana Beatrice.
-Esto no va a quedar así, eh!-Dijo la mujer y se acercó a un bombero.- Usted disculpe la molestia señor, pero usted poder ayudarme que niña quedar encerrada allí arriba?
Mientras tanto en algún lugar de Londres...
-No sabes lo contenta que estoy.-Decía Amy mientras se peinaba el cabello.-Que ese trucho del representante te halla dado una oportunidad.
-Si, yo también, pero Ron me ayudó mucho.-Contestó la joven.
-Ron te adora... quién no te adora Cait?-Dijo la mujer y se puso melancólica.-Si tu madre estuviera aquí estaría muy orgullosa.
-Mi padre también.-Contestó y tomó un retrato de un hombre vestido de marinero.-Podría venir a visitarme...
Su tía no supo que contestar por lo que solo asintió con la cabeza. Caitlin dejó el retrato en su lugar y tomó una nuez que se encontraba en la mesita de noche.
-Me acuerdo cuando tu madre te regaló esa nuez.-Dijo la tía.
-La extraño tanto...-Susurró la joven.
-Lo sé. Ella está acá con vos, aunque no puedas verla.
Caitlin pareció asustarse y observó a los lados, pero luego comprendió lo que su tía estaba tratando de decirle. Al cabo de un rato, se quedó profundamente dormida, ese iba a ser un largo día.
-Cait, es tarde.-Oyó distante que alguien le hablaba, parecía ser un sueño.
-Caitlin.-Nuevamente.
-Cait, levantate que es tarde!-Gritó su primo Ron a su lado.
-Ahh!-Se asustó ella.
-Es tarde!
-Como vas a despertarme así?!
-Qué pasa acá?-Preguntó la tía entrando en la habitación y dándole una tasa a Caitlin.-Toma este café así te despejas de la locura que llevas hoy.
-Tuve un sueño horrible.-Declaró a joven.-Tengo miedo de que sea un presagio.
-Agh no empieces con esas cosas que ves y no son.-Se quejó su primo.
-Qué? Cuantas veces te salvé la vida con mis dolores de estómago?-Se quejó la joven.-Y... que hacés con la remera al revés?
-Es un regalo.-Contestó él, que al parecer era igual de supersticioso que su prima.
-No, pisar caca es un regalo.-Lo contradijo.
-Caitlin olvida tu sueño, mira lo que dice la borra del café.-Interrumpió su tía observando atentamente la tasa vacía.-Este será el mejor día de tu vida.
-Sii!-Festejó la joven fiel a sus creencias.
-Nos podemos ir por favor? Es tarde!-Se quejó Ron.
Dicho esto, los dos jóvenes salieron de la habitación.
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Eeeh volví. Hace mucho que no subía un capítulo y creo que este se había subido y no lo había terminado (no sé que hice) jaj bueno, no importa. Espero que les guste :)
-No atiendas amor, quedate conmigo.-Propuso ella.
-No, puede ser de la empresa.-Contestó preocupado el castaño, y se puso el teléfono a la oreja mientras ella se quejaba.-Hola?
-Hola, señor? Paul?-Se oyó del otro lado de la línea.
-Si, que sucede Gaspard?-Preguntó él, reconociendo la voz de quién hablaba.
-Bueno... es que... Samantha se encerró en su habitación porque no quiere ir al campo!
-Pero como que no quiere ir?-Preguntó sorprendido el mayor de los McCartney.-Pasame con Dagna.
-No puedo.-Contestó he hizo una pausa, pensando como diría lo siguiente, pero optó por hacerlo todo de una vez.-No puedo porque está colgada de la ventana de Samantha y no puede bajarse.
-Que?!
-Si, esta mujer en cualquier momento se va a pegar el golpe de su vida!-Dijo el cocinero.-Pero quédese tranquilo, voy a llamar a los bomberos!
No dio oportunidad a Paul de decir algo o aunque sea de reaccionar, puesto a que ni bien acabó de decir esto, cortó la llamada.
-Los bomberos... ¡en mi casa!-Fue lo único que atinó a decir Paul aún con el teléfono en la mano.
Mientras tanto en los barrios bajos de Londres...
-Ni una nos puede salir bien.-Se lamentaban los muchachos.
-No encuentro a Caitlin.-Dijo Ron entrando en la habitación.
-Debe haberse ido, si sabe que es la culpable de esto.-Dijo un joven sentado en la escalera.
-Qué culpable? Alguien debía ponerle límites a Amelie.-Saltó otro.
-Pero justo hoy tenía que irse? No podía haber esperado a que pasase la presentación?-Se lamentó la joven de cabello oscuro.
En ese instante Caitlin entró al lugar, con cara de pocos amigos.
-Busqué a Amelie y le grité que si ella volvía, yo me iba para siempre, pero no quiso saber nada. Así que vengo a pedirles perdón.-Dijo rompiendo el silencio.-Bueno, me voy a ir porque no quiero seguir arruinándolo.
-Tranquila.-La consoló su primo.
-Hola chicos, todo bien?-Preguntó el representante entrado al lugar.
Mientras tanto en París, Francia...
-No puedo entender por que hace estas cosas.-Se lamentaba Paul.
-Es una adolescente, solo quiere lograr que Dagna se enoje.-Jazmín intentaba buscar alguna explicación.
-No, quizás el responsable sea yo.-Contestó Paul, martillándose la cabeza sin piedad.-No sé como tratarla a ella, ni al resto de mis hermanos.
-Mi amor, no te hagas esto, es injusto.-Contestó ella.-Además, nosotros tenemos otras cosas en las que pensar, como la función, si? No quiero llegar tarde.
-Perdon Jazmín, pero yo no iré.
-Que?
-Lo que escuchaste, yo no voy.-Dijo negando con la cabeza.-Mi casa es un desastre, los bomberos, la institutriz colgada de una ventana. Voy a llamar al piloto para que prepare el avión, ya mismo vuelvo a Londres. Si no querés volver conmigo no tengo ningún problema.
-No! Mi amor.-Dijo ella sacándole el teléfono de las manos.-Es una chica, es adolescente, se encerró en su cuarto porque es rebelde, cual es el problema? No es justo, yo tengo todo para ir a esa fiesta, va a ir todo el mundo y es la primer gala europea del año, no es justo lo que haces.
-Pero no entendés que mi casa es un desorden y mis hermanos me necesitan?-Preguntó él.
-Y yo? Yo también te necesito Paul.-Dijo ella.-Tengo las entradas, tengo mi vestido...
-Y a vos te importa más dos entradas para ir al teatro que lo que estoy diciéndote? Mis padres murieron, yo soy el mayor, si no me hago cargo quién lo hará?-Dijo Paul algo enojado.
-Tienes razón.-Dijo ella luego de varios segundos de silencio.-Perdón..
-Está bien.-Contestó Paul.
-No, enserio, perdón.-Volvió a decir Jazmín.-Voy a volver con vos a Londres.
A continuación se abrazaron pero ella rodó los ojos, seguía convencida de que eso era cosas de un adolescente normal y podía solucionarse sin tener que volver a Inglaterra.
Mientras tanto en los barrios bajos de Londres...
-Alguien puede explicarme que pasa aquí?-Preguntó el representante entrando al lugar.
-Yo le explico.-Dijo Caitlin.
-No, tu no!-Contestaron los demás.
-Si, dejame.-Dijo y comenzó a hablar.-Resulta que yo no soportaba a Amelie, entonces la agarré de los pelos, entendés?
-No, no entiendo. Cuál es el problema con Amelie?-Dijo impaciente el hombre.
-Amelie... abandonó la banda.-Dijo Ron de una vez.
-Qué? No! Como que abandonó la banda?-Contestó el hombre.-Y ahora que hago tengo que...
-No, no.-Interrumpió Ron.
-Tengo que llamar al empresario y cancelar todo.-Siguió diciendo.
-No, ya está todo solucionado.-Contestó el joven.-Tenemos a la nueva reemplazante.
-Me estas hablando enserio?-Dijo él.
-Si, la nueva cantante es Cait.-Contestó Ron y ambos voltearon.
-Si, Cait.-Dijo ella.-Espera... yo?
-No pueden reemplazar a Amelie de una hora para otra!-Se quejó el hombre exhausto.
-Por qué no? Basta de Amelie, borrón y cuenta nueva, la única que sabe las canciones es Cait.-Contestó Ron.
-Si, además canta mejor y es más simpática!-Agregó la joven de cabello oscuro.
-Pero no me importa como cante, no se trata de eso, se trata de profesionalismo.-Siguió el hombre preocupado.-Esto no es profesional. Qué le digo al empresario? ''Mire tuvimos que cambiar a la cantante...''
-Pero por lo menos estamos en el mismo rubro.-Dijo Caitlin.
-Evitá los chistes baratos.-Dijo él.-Voy a llamar al empresario y cancelar todo... todo!
Dicho esto, tomó el teléfono y comenzó a marcar.
-Ya saben que hacer chicos.-Dijo un joven y tomó la guitarra.
Comenzaron a interpretar una canción que ellos mismos habían escrito ''Peter's Army'' era su nombre, una larga historia. A continuación comprendieron cual era la intención y comenzaron a cantar.
-Bueno, está bien, haces el reemplazo.-Declaró el hombre colgando el teléfono, era evidente que le había gustado, pero nunca lo diría de esa manera.
Los muchachos festejaron y Caitlin salió del lugar en un bicicleta. Se dirigió a unas pocas calles de allí, a la peluquería de su tía.
-Amy tengo que contarte algo!-Entró al lugar.-Vení!
-Qué pasa querida?-Dijo ella mientras le ponía extrañas cosas en el cabello a una mujer.
-Vení afuera!
-Estoy con un cliente.-Contestó la mujer, pero cambió de opinión muy rápido.-Está bien.
Salieron a la calle tal y como estaban, Amy, su tía, llevaba uno de esos extraños sombreros de peluquería.
-Tengo que contarte algo!-Dijo emocionada Caitlin.
-Esa parte ya se!-Contestó ella aún más emocionada.-Y usted que mira? Es la última moda en Francia!-Dijo a un hombre que pasaba por allí y observó su sombrero.-Viste como me miraba?
-Si.
-Bueno, y de que se trata?-Preguntó la mujer.
-Necesito que mi ayudes a hacer un vestuario para la banda.-Contestó otorgándole un toque de suspenso a la situación.
-Pero, pará. Hay algo que no entiendo, por qué tengo que ponerme a coser YO si vos sos la que hace esas cosas?-Dijo la mujer.
-Era...-Contestó Caitlin con una sonrisa.-Ahora soy la cantante!
-La cantan...?
-Si.
-La cantan...
-Si!
-La can...
-Si tía, la cantante!
-Ay, no lo puedo creer!-Dijo emocionada.-Mi Cait, la más linda, la más bonita, va a ser famosa!
-Si tía!!
-Me encanta Cait.-Dijo y comenzó a saltar.
Mientras tanto en la residencia McCartney...
Todos observaban algo impasientes como los bomberos ayudaban a Dagna a bajar de las escaleras, que observándolas detenidamente, no eran tan altas.
-Tomá un poco de agua.-Dijo Sandy alcanzándole un vaso cuando ya estaba por fin con los pies en la tierra.
-Gracias.-Dijo y tomó un sorbo.-Samantha! Por qué querer matar de un ataque al corazón a Dagna, eh?
-Ayudame a levantarla.-Dijo Sandy a su hermana Beatrice.
-Esto no va a quedar así, eh!-Dijo la mujer y se acercó a un bombero.- Usted disculpe la molestia señor, pero usted poder ayudarme que niña quedar encerrada allí arriba?
Mientras tanto en algún lugar de Londres...
-No sabes lo contenta que estoy.-Decía Amy mientras se peinaba el cabello.-Que ese trucho del representante te halla dado una oportunidad.
-Si, yo también, pero Ron me ayudó mucho.-Contestó la joven.
-Ron te adora... quién no te adora Cait?-Dijo la mujer y se puso melancólica.-Si tu madre estuviera aquí estaría muy orgullosa.
-Mi padre también.-Contestó y tomó un retrato de un hombre vestido de marinero.-Podría venir a visitarme...
Su tía no supo que contestar por lo que solo asintió con la cabeza. Caitlin dejó el retrato en su lugar y tomó una nuez que se encontraba en la mesita de noche.
-Me acuerdo cuando tu madre te regaló esa nuez.-Dijo la tía.
-La extraño tanto...-Susurró la joven.
-Lo sé. Ella está acá con vos, aunque no puedas verla.
Caitlin pareció asustarse y observó a los lados, pero luego comprendió lo que su tía estaba tratando de decirle. Al cabo de un rato, se quedó profundamente dormida, ese iba a ser un largo día.
-Cait, es tarde.-Oyó distante que alguien le hablaba, parecía ser un sueño.
-Caitlin.-Nuevamente.
-Cait, levantate que es tarde!-Gritó su primo Ron a su lado.
-Ahh!-Se asustó ella.
-Es tarde!
-Como vas a despertarme así?!
-Qué pasa acá?-Preguntó la tía entrando en la habitación y dándole una tasa a Caitlin.-Toma este café así te despejas de la locura que llevas hoy.
-Tuve un sueño horrible.-Declaró a joven.-Tengo miedo de que sea un presagio.
-Agh no empieces con esas cosas que ves y no son.-Se quejó su primo.
-Qué? Cuantas veces te salvé la vida con mis dolores de estómago?-Se quejó la joven.-Y... que hacés con la remera al revés?
-Es un regalo.-Contestó él, que al parecer era igual de supersticioso que su prima.
-No, pisar caca es un regalo.-Lo contradijo.
-Caitlin olvida tu sueño, mira lo que dice la borra del café.-Interrumpió su tía observando atentamente la tasa vacía.-Este será el mejor día de tu vida.
-Sii!-Festejó la joven fiel a sus creencias.
-Nos podemos ir por favor? Es tarde!-Se quejó Ron.
Dicho esto, los dos jóvenes salieron de la habitación.
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Eeeh volví. Hace mucho que no subía un capítulo y creo que este se había subido y no lo había terminado (no sé que hice) jaj bueno, no importa. Espero que les guste :)
me encanta!! ya quiero el siguiente! *-*
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