lunes, 20 de agosto de 2012

Capítulo 2

El teléfono comenzó a sonar, interrumpiendo el romance entre Paul y Jazmin.

-No atiendas amor, quedate conmigo.-Propuso ella.

-No, puede ser de la empresa.-Contestó preocupado el castaño, y se puso el teléfono a la oreja mientras ella se quejaba.-Hola?

-Hola, señor? Paul?-Se oyó del otro lado de la línea.

-Si, que sucede Gaspard?-Preguntó él, reconociendo la voz de quién hablaba.

-Bueno... es que... Samantha se encerró en su habitación porque no quiere ir al campo!

-Pero como que no quiere ir?-Preguntó sorprendido el mayor de los McCartney.-Pasame con Dagna.

-No puedo.-Contestó he hizo una pausa, pensando como diría lo siguiente, pero optó por hacerlo todo de una vez.-No puedo porque está colgada de la ventana de Samantha y no puede bajarse.

-Que?!

-Si, esta mujer en cualquier momento se va a pegar el golpe de su vida!-Dijo el cocinero.-Pero quédese tranquilo, voy a llamar a los bomberos!

No dio oportunidad a Paul de decir algo o aunque sea de reaccionar, puesto a que ni bien acabó de decir esto, cortó la llamada.

-Los bomberos... ¡en mi casa!-Fue lo único que atinó a decir Paul aún con el teléfono en la mano.

Mientras tanto en los barrios bajos de Londres...

-Ni una nos puede salir bien.-Se lamentaban los muchachos.

-No encuentro a Caitlin.-Dijo Ron entrando en la habitación.

-Debe haberse ido, si sabe que es la culpable de esto.-Dijo un joven sentado en la escalera.

-Qué culpable? Alguien debía ponerle límites a Amelie.-Saltó otro.

-Pero justo hoy tenía que irse? No podía haber esperado a que pasase la presentación?-Se lamentó la joven de cabello oscuro.

En ese instante Caitlin entró al lugar, con cara de pocos amigos.

-Busqué a Amelie y le grité que si ella volvía, yo me iba para siempre, pero no quiso saber nada. Así que vengo a pedirles perdón.-Dijo rompiendo el silencio.-Bueno, me voy a ir porque no quiero seguir arruinándolo.

-Tranquila.-La consoló su primo.

-Hola chicos, todo bien?-Preguntó el representante entrado al lugar.

Mientras tanto en París, Francia...

-No puedo entender por que hace estas cosas.-Se lamentaba Paul.

-Es una adolescente, solo quiere lograr que Dagna se enoje.-Jazmín intentaba buscar alguna explicación.

-No, quizás el responsable sea yo.-Contestó Paul, martillándose la cabeza sin piedad.-No sé como tratarla a ella, ni al resto de mis hermanos.

-Mi amor, no te hagas esto, es injusto.-Contestó ella.-Además, nosotros tenemos otras cosas en las que pensar, como la función, si? No quiero llegar tarde.

-Perdon Jazmín, pero yo no iré.

-Que?

-Lo que escuchaste, yo no voy.-Dijo negando con la cabeza.-Mi casa es un desastre, los bomberos, la institutriz colgada de una ventana. Voy a llamar al piloto para que prepare el avión, ya mismo vuelvo a Londres. Si no querés volver conmigo no tengo ningún problema.

-No! Mi amor.-Dijo ella sacándole el teléfono de las manos.-Es una chica, es adolescente, se encerró en su cuarto porque es rebelde, cual es el problema? No es justo, yo tengo todo para ir a esa fiesta, va a ir todo el mundo y es la primer gala europea del año, no es justo lo que haces.

-Pero no entendés que mi casa es un desorden y mis hermanos me necesitan?-Preguntó él.

-Y yo? Yo también te necesito Paul.-Dijo ella.-Tengo las entradas, tengo mi vestido...

-Y a vos te importa más dos entradas para ir al teatro que lo que estoy diciéndote? Mis padres murieron, yo soy el mayor, si no me hago cargo quién lo hará?-Dijo Paul algo enojado.

-Tienes razón.-Dijo ella luego de varios segundos de silencio.-Perdón..

-Está bien.-Contestó Paul.

-No, enserio, perdón.-Volvió a decir Jazmín.-Voy a volver con vos a Londres.

A continuación se abrazaron pero ella rodó los ojos, seguía convencida de que eso era cosas de un adolescente normal y podía solucionarse sin tener que volver a Inglaterra.

Mientras tanto en los barrios bajos de Londres...
-Alguien puede explicarme que pasa aquí?-Preguntó el representante entrando al lugar.


-Yo le explico.-Dijo Caitlin.

-No, tu no!-Contestaron los demás.

-Si, dejame.-Dijo y comenzó a hablar.-Resulta que yo no soportaba a Amelie, entonces la agarré de los pelos, entendés?


-No, no entiendo. Cuál es el problema con Amelie?-Dijo impaciente el hombre.

-Amelie... abandonó la banda.-Dijo Ron de una vez.

-Qué? No! Como que abandonó la banda?-Contestó el hombre.-Y ahora que hago tengo que...

-No, no.-Interrumpió Ron.

-Tengo que llamar al empresario y cancelar todo.-Siguió diciendo.

-No, ya está todo solucionado.-Contestó el joven.-Tenemos a la nueva reemplazante.

-Me estas hablando enserio?-Dijo él.

-Si, la nueva cantante es Cait.-Contestó Ron y ambos voltearon.

-Si, Cait.-Dijo ella.-Espera... yo?

-No pueden reemplazar a Amelie de una hora para otra!-Se quejó el hombre exhausto.

-Por qué no? Basta de Amelie, borrón y cuenta nueva, la única que sabe las canciones es Cait.-Contestó Ron.

-Si, además canta mejor y es más simpática!-Agregó la joven de cabello oscuro.

-Pero no me importa como cante, no se trata de eso, se trata de profesionalismo.-Siguió el hombre preocupado.-Esto no es profesional. Qué le digo al empresario? ''Mire tuvimos que cambiar a la cantante...''

-Pero por lo menos estamos en el mismo rubro.-Dijo Caitlin.

-Evitá los chistes baratos.-Dijo él.-Voy a llamar al empresario y cancelar todo... todo!

Dicho esto, tomó el teléfono y comenzó a marcar.

-Ya saben que hacer chicos.-Dijo un joven y tomó la guitarra.

Comenzaron a interpretar una canción que ellos mismos habían escrito ''Peter's Army'' era su nombre, una larga historia. A continuación comprendieron cual era la intención y comenzaron a cantar.

-Bueno, está bien, haces el reemplazo.-Declaró el hombre colgando el teléfono, era evidente que le había gustado, pero nunca lo diría de esa manera.

Los muchachos festejaron y Caitlin salió del lugar en un bicicleta. Se dirigió a unas pocas calles de allí, a la peluquería de su tía.

-Amy tengo que contarte algo!-Entró al lugar.-Vení!

-Qué pasa querida?-Dijo ella mientras le ponía extrañas cosas en el cabello a una mujer.

-Vení afuera!

-Estoy con un cliente.-Contestó la mujer, pero cambió de opinión muy rápido.-Está bien.

Salieron a la calle tal y como estaban, Amy, su tía, llevaba uno de esos extraños sombreros de peluquería.

-Tengo que contarte algo!-Dijo emocionada Caitlin.

-Esa parte ya se!-Contestó ella aún más emocionada.-Y usted que mira? Es la última moda en Francia!-Dijo a un hombre que pasaba por allí y observó su sombrero.-Viste como me miraba?

-Si.

-Bueno, y de que se trata?-Preguntó la mujer.

-Necesito que mi ayudes a hacer un vestuario para la banda.-Contestó otorgándole un toque de suspenso a la situación.

-Pero, pará. Hay algo que no entiendo, por qué tengo que ponerme a coser YO si vos sos la que hace esas cosas?-Dijo la mujer.

-Era...-Contestó Caitlin con una sonrisa.-Ahora soy la cantante!

-La cantan...?

-Si.

-La cantan...

-Si!

-La can...

-Si tía, la cantante!

-Ay, no lo puedo creer!-Dijo emocionada.-Mi Cait, la más linda, la más bonita, va a ser famosa!

-Si tía!!

-Me encanta Cait.-Dijo y comenzó a saltar.

Mientras tanto en la residencia McCartney...

Todos observaban algo impasientes como los bomberos ayudaban a Dagna a bajar de las escaleras, que observándolas detenidamente, no eran tan altas.

-Tomá un poco de agua.-Dijo Sandy alcanzándole un vaso cuando ya estaba por fin con los pies en la tierra.

-Gracias.-Dijo y tomó un sorbo.-Samantha! Por qué querer matar de un ataque al corazón a Dagna, eh?

-Ayudame a levantarla.-Dijo Sandy a su hermana Beatrice.

-Esto no va a quedar así, eh!-Dijo la mujer y se acercó a un bombero.- Usted disculpe la molestia señor, pero usted poder ayudarme que niña quedar encerrada allí arriba?

Mientras tanto en algún lugar de Londres...

-No sabes lo contenta que estoy.-Decía Amy mientras se peinaba el cabello.-Que ese trucho del representante te halla dado una oportunidad.

-Si, yo también, pero Ron me ayudó mucho.-Contestó la joven.

-Ron te adora... quién no te adora Cait?-Dijo la mujer y se puso melancólica.-Si tu madre estuviera aquí estaría muy orgullosa.

-Mi padre también.-Contestó y tomó un retrato de un hombre vestido de marinero.-Podría venir a visitarme...

Su tía no supo que contestar por lo que solo asintió con la cabeza. Caitlin dejó el retrato en su lugar y tomó una nuez que se encontraba en la mesita de noche.

-Me acuerdo cuando tu madre te regaló esa nuez.-Dijo la tía.

-La extraño tanto...-Susurró la joven.

-Lo sé. Ella está acá con vos, aunque no puedas verla.

Caitlin pareció asustarse y observó a los lados, pero luego comprendió lo que su tía estaba tratando de decirle. Al cabo de un rato, se quedó profundamente dormida, ese iba a ser un largo día.

-Cait, es tarde.-Oyó distante que alguien le hablaba, parecía ser un sueño.

-Caitlin.-Nuevamente.

-Cait, levantate que es tarde!-Gritó su primo Ron a su lado.

-Ahh!-Se asustó ella.

-Es tarde!

-Como vas a despertarme así?!

-Qué pasa acá?-Preguntó la tía entrando en la habitación y dándole una tasa a Caitlin.-Toma este café así te despejas de la locura que llevas hoy.

-Tuve un sueño horrible.-Declaró a joven.-Tengo miedo de que sea un presagio.

-Agh no empieces con esas cosas que ves y no son.-Se quejó su primo.

-Qué? Cuantas veces te salvé la vida con mis dolores de estómago?-Se quejó la joven.-Y... que hacés con la remera al revés?

-Es un regalo.-Contestó él, que al parecer era igual de supersticioso que su prima.

-No, pisar caca es un regalo.-Lo contradijo.

-Caitlin olvida tu sueño, mira lo que dice la borra del café.-Interrumpió su tía observando atentamente la tasa vacía.-Este será el mejor día de tu vida.

-Sii!-Festejó la joven fiel a sus creencias.

-Nos podemos ir por favor? Es tarde!-Se quejó Ron.

Dicho esto, los dos jóvenes salieron de la habitación.



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Eeeh volví. Hace mucho que no subía un capítulo y creo que este se había subido y no lo había terminado (no sé que hice) jaj bueno, no importa. Espero que les guste :)



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